Turismo que sobresale a la vanguardia de la gestión; remesas que se mantienen en buen nivel, inflación que se estabiliza luego del fuerte golpeo a los bolsillos; sistema financiero sin sobresaltos, muy estable; obras iniciadas, muchas concluidas y otras inauguradas a media; la agropecuaria suple los mercados, pero los precios siguen muy altos.
El Producto Interno Bruto (PIB) se desacelera, (2.5%) siguiendo un bajo crecimiento en 2023, con lo cual se deprime el empleo, aunque se recuperaron los ‘parados’ dejados por la pandemia del coronavirus. Justo es reconocer que en 2021 la economía dominicana creció 12.3%, mientras que en 2022 caímos al 4.9%, pero un promedio que mantiene su rango.
Alto costo de la vida e inseguridad, por la delincuencia que es dolor de cabeza en las familias; sector eléctrico que explosiona en verano, pero que luego exhibe tranquilidad el resto del año, mientras el desempleo de la juventud en los barrios continúa latente y sigue siendo motivo de preocupación.
La inversión extranjera se mantiene a buen ritmo, con altas reservas internacionales (más de 15 mil millones de dólares); los préstamos continúan galopantes, incrementando la deuda externa a niveles históricos (un 62.3% del PIB); mientras se logran avances en el sector agua potable, aunque deficiencias para suplir el preciado líquido en muchos barrios del país.
Las importaciones hacen su agosto, con sectores en el gobierno que la impulsan en desmedro de productores nacionales; en tanto el tipo de cambio casi roza el 60%, incrementando los precios de bienes y servicios, aunque exportadores y ‘quienes envían sus remesas’ lo celebran. Hay que admitir, que en pandemia y pre-pandemia, la moneda nacional tuvo fuerte apreciación sobre el dólar estadounidense.
La salud muestra avances en equipos y remodelaciones de edificaciones, pero retrocesos en detener el dengue y las enfermedades respiratorias, mientras siguen las quejas con los medicamentos de altos costos para pacientes de escasos recursos con enfermedades catastróficas.
Desde Migración se prosigue con las deportaciones de ilegales haitianos; en la frontera el Ministerio de Defensa presume de alta vigilancia y seguridad, pero cada vez tenemos más ‘morenos’ del vecino país, en construcciones, hoteles, plantaciones agrícolas, comercios y deambulando por las calles en todas las provincias de la República Dominicana.
El tema del combate a la corrupción contra exfuncionarios de la gestión anterior, surtió popularidad al Gobierno; hubo sometimientos muy parcializados, mientras los ocurridos en el actual mandato presidencial fueron ‘simplemente destituidos’ sus titulares del tren gubernamental, pero el Ministerio Público “ha brillado por su ausencia” en la gran mayoría de esos casos denunciados y comprobados.
Casi a diario se producen decomisos de cargamentos de drogas, una gran gestión en esa dirección, alabada por los gendarmes del ‘Tio Sam’; sin embargo preocupa la continua invasión producida por aeropuertos, puertos y zonas costeras de nuestro país, con micro tráfico de estupefacientes, que ya es difícil determinar en cuáles barrio no se expenden.
Pero sin lugar a dudas, el mayor logro de Luis Abinader, que puede exhibir y anunciar en esta cuarta rendición de cuentas, es haber mantenido dividida a la oposición política, desinflarla y apabullarla en las pasadas elecciones del 18 de febrero, además de conservar un alto posicionamiento como gobernante, candidato y de su partido, con fuertes posibilidades de imponerse en primera vuelta en las venideras elecciones del 19 de mayo.
Lic. Mayobanex De Jesús Laurens
27 de febrero de 2024
Barahona, República Dominicana
Diario Digital Barahona/Impacto Barahonero
