Cuando vengas a Barahona, Perla del Sur, antes de iniciar recorrido costero, desplázate por sus zonas residenciales y el centro de la ciudad. Conoce un poco de sus distintos barrios. Toma fotos en cada sitio.
Recorre con calma la ciudad, disfrutando del exótico y paradisíaco paisaje de las playas: El Cayo, Casita Blanca, Punta Inglesa y Palito Seco. Lleva la familia, cámara en manos o sus celulares; toma muchas fotos y haz videos para subirlo todo a las redes sociales.
En El Cayo podrás observar el mar, la playa, los veleros, botes, la panorámica vista hacia la ciudad y el muelle, en ambiente de sol y brisas marinas, un paseo sumamente encantador. Allí se encuentra el Club Naútico El Manatí, para degustar ricos platos a buen precio, calidad y buen servicio.
Casita Blanca, con el parque litoral María Montez, aún en su estado de deterioro, es otro punto para detenerte y observar, haciendo tomas fotográficas, pidiendo a Dios que las algas del sargazo nos permitan disfrutar sin ellas.
Punta Inglesa tiene el atractivo del área de la pleamar y todo su entorno de terreno colindante a la playa, con árboles para la sombra, y teniendo allí la Plaza de los Pescadores, lugar en donde pueden degustar ricos platos de moro con coco y pescados.
Palito Seco nos invita siempre a visitarle y rememorar tiempos pasados de su maravillosa ensenada, desde el Hotel Guarocuya hasta el Hotel Costa Larimar, con las yolas apostadas y algunos manglares que todavía sobreviven.
Playa Saladillas es lugar de tradición de los balnearios. Las autoridades la mantienen limpia, y si las algas lo permiten, sigue siendo un buen chapuzón, para disfrutarlo en familia. Allí hay espacios para llevar los vehículos, colocar sillas y mesas y pasar un momento maravilloso.
Procura en nuestra zona costera visitar la playa El Arroyo. La gente la conoce muy poco, pues no tiene espacios de ventas de alimentos, pero los lugareños disfrutan de ella. Es paisaje muy hermoso y buen baño en el mar. Te invito a la parada.
Llega hasta el distrito municipal de Bahoruco y visita su extensa área de playa y mar. Contempla el pueblo, las yolas, los pescadores y el ambiente costero hasta La ciénaga.
Cuando entres al municipio de La Ciénaga, desde su mirador puedes observar la panorámica vista del mar y su playa. Haz parada en su malecón y degusta unas “frías”, para continuar el viaje hacia otros litorales.
San Rafael nos espera, con sus áreas de La Virgen y la parte abajo, en donde río y mar se besan. Allí puedes maravillarte dándote un chapuzón, degustar comidas y bebidas, en un ambiente encantador, indescriptible.
Al entrar a Paraíso, llega hasta su malecón, y trasládate hacia Los Pocitos, un balneario agradable, en donde puedes obtener comidas y bebidas para pasarla bien. Siempre hay música en el área.
En Los Patos, disfrútalo al máximo. Contempla el pueblo, tiene bellas edificaciones. Recorre toda la pleamar, observa el mar, las yolas, las casetas de ventas, sus gentes. En el divino río, disfruta de un baño increíble. Puedes adquirir servicios de comidas, bebidas y escuchar música, pues la gente lleva sus equipos y los de las casetas de venta también colocan merengues. Bachatas, salsa y urbanas (ojalá y no sean plebes).
Camino hacia Enriquillo, detente en Caletón, visita su playa y el río. Es un atractivo poco conocido, que el autor de este artículo ha dado a conocer a través de reportajes fotográficos que ha realizado, y que hoy impactan las redes sociales.
Al llegar a Enriquillo, es menester apreciar su bello malecón, la playa, y el paisaje que se puede apreciar desde muchos lugares, con el contraste de sus montañas y las edificaciones en lo alto, además de ser un municipio muy hermoso.
El retorno obliga a la prudencia en el manejo, cuidado en el tránsito, para llegar sano y salvo a la casa a descansar, esperando que anochezca para salir de “party” en el malecón, siempre con la debida prudencia. Es oportuno recordar que la persona al volante no debe tomar bebidas alcohólicas, o ser prudente en el beber, para evitar accidentes lamentables.
Para el recorrido no puede faltar el juego de dominó, de damas, de cartas y la cámara fotográfica para el recuerdo, en un entorno agradable con la suave brisa del mar y la sombra provocada por los árboles de los lugares descritos. Importante llevar las sillas, plegadizas o plásticas, hielera, vasos y platos higiénicos.
Las tardes-noches, terminando el crepúsculo, obligan a la “sentadita” en el malecón a contemplar el desplazamiento de los vehículos que llegan desde los ríos y playas de nuestra zona costera y la gente del pueblo que acude al lugar a escuchar música y darse unos tragos.
Lic. Mayobanex De Jesús Laurens
El Promotor Turístico del Sur Honorífico
